¡Hola, hola pequeñas estanterías!
¿Os podéis creer que antes de leer La Magia de Ser Sofía no habia leído nada de Elisabet Benavent? Sí, lo sé, es increíble. Pero tengo que decir que antes estaba mucho más metida en la novela juvenil que en la romantica general, de la que últimamente no hago más que devorar los libros. Así que poco a poco estoy poniendo remedio a mi ignorancia sobre las obras de Betacoqueta y pronto veréis más reseñas suyas por aquí.
Título: La magia de ser Sofia.
Autora: Elisabet Benavent.
Editorial: Suma de letras.
Precio: 16'90.
Páginas: 527.
ISBN: 8491291105
Sinopsis:
Sofía tiene tres amores: su gata Holly, los libros y El café de Alejandría.
Sofía trabaja allí como camarera y es feliz.
Sofía no tiene pareja y tampoco la busca, aunque desearía encontrar la magia.
Sofía experimenta un chispazo cuando él cruza por primera vez la puerta.
Él aparece por casualidad guiado por el aroma de las partículas de café...
...o tal vez por el destino.
Él se llama Héctor y está a punto de descubrir dónde reside la magia.
-RESEÑA-
No tengo ni idea de cual fue la razón por la que cogí este libro. Tal vez fue porque lo veía mucho en Bookstagram o tal vez porque cuando vi la portada me enamoré de golpe y sin previo aviso. Una cosa está clara, no me arrepiento porque está historia me ha gustado, pero además porque me ha introducido en las novelas de Beta y bueno, una se vuelve fan.
Sofía es camarera y nada más, porque no lo necesita. A pesar de lo que su madre pueda pensar, a ella le vale con trabajar en el Alejandría y vivir con su gato, que a veces la quiere y otras no. Claro que eso cambia cuando Héctor aparece en la cafetería y ambos tienen una acalorada seguida de una disculpa merecida. A partir de ese momento una relación de amistad con bastante tensión sexual surge entre ellos, pero solo una amistad, o eso quieren pensar ellos, porque resulta que Héctor, no está solo.
La premisa es más que interesante y aunque las cosas en el libro pasan de forma bastante pausada (que no lenta), no puedes evitar verte metida en la historia por completo. Casi desde el primer momento te ves inmersa en las calles de Madrid, tomando algo en el Alejandría y esperando a que Sofía te traiga la cuenta con esa sonrisa que tiene. Este es uno de esos libros que te tomas con calma, que vas bebiendo poco a poco, disfrutando de la historia sin dejarte llevar demasiado por las prisas. Me encanta cuando me pasa eso leyendo un libro. No digo que no me guste devorarlos, solo que también me gusta tomármelos con calma.
El personaje de Sofía me parece super tierno y muy valiente. Creo que es una mujer fuerte que se ha dado cuenta de que el dinero no lo es todo en la vida y me parece perfecto que por una vez, la protagonista no sea una gran trabajadora de marketing o una editorial o cosas asi de oficina. Viva la variedad de oficios señoras. Héctor... Ay Héctor, es un personaje que creo que está muy muy perdido en la vida, que más que débil es cobarde. Le da miedo enfrentarse a la vida de verdad, una vida que no esté llena de rutina y escaseando de emociones. Ambos forman un conjunto muy complementado, lo que tiene uno le falta al otro y viceversa.
Lo secundarios, ay, lo secundarios. Son esos que suelen sacarte una carcajada de vez en cuando y que consiguen que la intensidad se reduzca un poco cuando todo en la relación de Sofia y Héctor se vuelve demasiado fuerte. Están ahí para rebajar tensiones y, en el caso de Lucía para crearlas. Todos están muy bien montados, con sentimientos y una buena historia detrás.
Lo mejor: este libro tiene muchas cosas buenas, pero la que más me gusta es que no tiene altibajos, el libro llega a un punto y se mantiene. Lo único que sube y baja son tus emociones cada vez que la novela te rompre o te cura el corazón. Y a lo mejor os parece una tontería, pero no todos los libros pueden presumir de esto.
Lo peor: el final sin duda ninguna. Este es uno de esos libros que tiene varios finales posibles. Y teniendo en cuenta que hay una segunda parte, yo diría que hay dos que podrían funcionar. Por desgracia el que ha elegido la autora me parece un retroceso espantoso en la historia. Me explico: durante todo el libro se va avanzando hasta llegar a un punto, poco a poco, hasta que finalmente ese punto ocurre. Y estamos de acuerdo en que para un segundo libro hay que crear un conflicto, pero en vez de crearlo, Beta nos lo trae de vuelta. Nos hace volver al mismo punto que había cuando la historia había empezado y eso, no me ha gustado nada. Pero bueno, en gustos se rompen géneros.
La verdad es que la novela me encantó. La disfruté mucho y estoy deseando leer la segunda parte que lleva bastante tiempo cogiendo polvo en mi estantería debido a mi terrible lista de pendientes que no hace más que crecer. Aunque prometo no tardar en leerlo para contaros pronto qué me ha parecido el final de la bilogía.
Y eso es todo. Muchas gracias por estar ahí y leer pequeñas estanterías.